
Hoy queremos informar sobre una noticia que se está difundiendo rápidamente en la Red.
Es la conmovedora carta de una niña con autismo que está generando mucha emoción en la red. Su madre decidió publicar una conversación con su hija con el fin de concienciar a todos sobre el autismo, y mucho más importante, como hacemos sentir a los niños con autismo.
La protagonista de esta noticia es una niña australiana de siete años con autismo, pero podría ser cualquiera de nuestros hijos. Candance ha emocionado al mundo al escribir una verdad sobre su trastorno y los sentimientos (que se lo digan a los que dicen que son seres encerrados en su mundo y aislados de la sociedad) que le hacen sentir las situaciones a las que día a día se tienen que enfrentar. Al parecer Candance vivió algún tipo de situación que le llevó a pensar que los demás la rechazaban por tener autismo, refugiándose bajo la mesa de su profesora en el colegio, para esconderse de sus compañeros.
La maestra, alarmada ante esta actitud, llamó a Ángela, la madre de la pequeña. Esta acudió al colegio, y tras ser informada sobre lo ocurrido, mantuvo una conversación escrita con su hija.
Este es su contenido:
“- ¿Ser autista me hace mala?, ¿Qué te hace pensar que ser autista te hace mala?
– Los adultos siempre dicen que es duro ser madre o padre si tu hijo tiene autismo y dicen en la TV que si tienes autismo lastimas a la gente. Y que los chicos que son autistas tienen que ser puestos en una cárcel para mantener a otros a salvo o atarlos.
– ¿Crees que yo pienso que esas cosas son verdaderas o que las diría?
– ¡NO!
– ¿Tú qué crees?
– No me gusta lastimar a la gente. No me gusta tener miedo. Me asustaría estar en una cárcel. Nací autista pero eso no significa que nací mal. ¿Estás llorando? (Ángela había comenzado a llorar)
– Sí. Tengo lágrimas felices de que sabes qué es verdad; y tengo lágrimas tristes porque hay mucha gente que no sabe cuál es la verdad.”
Ángela quedó asombrada ante la actitud de su hija, por lo que decidió publicar una fotografía de la conversación en su perfil de Facebook para interrogarnos sobre ¿Qué tipo de mensajes escuchan los niños de nosotros, de otros parientes, en la escuela, de los medios y de la comunidad en general?
Queda mucho, pero la labor de todos es concienciarnos y concienciar a la sociedad en general que el autismo no es algo “malo”, tal y como su pequeña llegó a temer, y por lo que se ocultó de sus compañeros en el colegio.
El post se ha hecho viral por lo emotivo de su contenido. Primero conmovió a Australia y ahora al mundo entero.