
Estos días hemos leído y escuchado atónitos los maltratos, burlas y castigos a un pobre niño con TEA en el Centro de Educación Especial Santiago Ramón y Caja en Getafe.
La sola mención de maltrato a un niño es horrenda, qué sea encima a un niño con discapacidad es dantesca, pero que encima venga por trabajadores de un Centro de Educación Especial es Espeluznante.
Hace poco leíamos que el Pleno municipal de Getafe había rechazado un recurso para conceder una bonificación del 95 por ciento en el Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO) a la fundación Aucavi (Autismo Calidad de Vida) para la rehabilitación de un antiguo centro escolar para un Centro de Educación Especial, en base a, según las palabra del concejal de Educación, Herminio Vico, “ las necesidades de la población de Getafe ya son atendidas por el centro público de educación especial de Getafe Santiago Ramón y Cajal”. Por tanto, este es la única alternativa en Getafe para recibir la educación que algunos de nuestros niños necesitan.
Visto el trato dispensado a los niños, y los profesionales contratados, no podemos más que denunciar la situación en que se encuentran la mayoría de las personas con Discapacidad, la falta de recursos, de buenos profesionales, de guías educativas y sobre todo, la total falta de empatía y profesionalidad de ciertas personas que para más “mofa” encima son los encargados de su educación y cuidado.
Desde SuresTEA todo nuestro apoyo a la familia del menor, y la repulsa más enérgica a la connivencia que algunas administraciones practican, mirando para otro lado ante los problemas educativos y de respeto que soportan todos los días las personas con discapacidad.
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