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Persona Anónima
Querida familia diversa. Hoy es un gran día, un día en el que la gran comunidad de la diversidad se une para celebrar y reivindicar la diferencia de ser en nuestra sociedad. Para mi, aún no estando físicamente presente, el que simplemente se lean estas palabras es un motivo de orgullo y felicidad.
Orgullo, por estar junto a tantas personas maravillosas y geniales que no temen reivindicar su condición, sea cual sea, uniéndose entre sí para lograr el objetivo común: la inclusión real. Y digo real, porque ya sabemos que existen papeles o inclusos normas donde se nos reconocen derechos, pero aún parece que la sociedad no ha entendido que el derecho no solo ha de darse, sino que ha de reconocerse, y ello parte de que todas las personas nos respetemos entre sí, celebrando lo que podemos aportar socialmente cada cual, con nuestra perspectiva, con nuestra forma tan diferente de percibir y entender lo que nos rodea.
Felicidad, porque en todos estos años hemos ido logrando que cada vez se nos reconozca como una parte proactiva de la sociedad. No somos ciudadanos durmientes o de segunda clase, somos personas deseosas de participar activamente en la gran revolución sociológica que supone que pudiéramos conseguir que no existan opresores ni oprimidos, que la diferencia sume y no reste. Y sé que aún nos queda muchísimo por alcanzar ese fin, pero días como hoy, nos recuerdan que lo que hacemos tiene una función esencial en nuestra sociedad, que poco a poco los cambios emergen y que verdaderamente somos pieza indispensable en lograr esa inclusión. Llevamos años integrados, formando parte de la sociedad en ese papel secundario al que nos han querido relegar, pero eso no es inclusión. La inclusión es lo que debemos perseguir para en un futuro, poder alcanzar y ser parte, de igual a igual, en y de la sociedad.
Desde la comunidad autista, queremos hacer un llamamiento a esta inclusión y además, queremos recalcar, una serie de valores que consideramos esenciales para la inclusión de nuestra comunidad. Características propias que compartiremos, que a muchas personas os recordaran a otros supuestos vitales, pero que en las personas autistas, se puede decir que es la norma.
1.- EL CAPACITISMO Y LA DUDA FRENTE A NUESTRA CONDICIÓN.-
Uno de los factores más relevantes que vive la comunidad autista de forma constante y que nos perjudica es el capacitismo. Podríamos definir el capacitismo como toda circunstancia en la que una persona, aún a sabiendas de tus necesidades o circunstancias, te impone actuar como socialmente es aceptable o correcto, aunque ello ponga en riesgo tu estabilidad, tu salud, etc.
Esto, hace que, nuestra comunidad se vea cuestionada en todo momento, dando lugar a desordenes emocionales, los cuales nos hacen más difícil aun nuestro día a día. Algo tan simple como respetar nuestra condición puede hacer que nuestra estabilidad emocional se vea reforzada, ¿por qué? Porque la habitual en la vida de un autista no es vivir eso. Hace nada se estuvo discutiendo si Greta, con 16 años, por ser autista, sabía lo que hacía respecto al cambio climático. Jamás veríamos una reacción así ante alguien que cumpliera con los estándares sociales.
¿A qué se puede deber esto?, pues sobre todo a la desinformación que existe actualmente. Nuestra condición es invisible, nadie puede saber a la simple vista si una persona es autista o no y por lo tanto se piensa que como es algo invisible pues no existe, por lo que debemos de ser normales. Incluso en el caso de que se perciban ciertos rasgos autistas, se buscan formas de erradicar los comportamientos que evocan al autismo, incluso, se puede ver como entre familiares la norma es no quiero llevar a mi peque con este otro autista, porque aunque lo es, se les escucha decir: “se le pegarán ciertos rasgos”, “va a empeorar”, “lo que necesita es estar con niños”, “para que hable, oblígale a que te mire”…nos separan, nos distorsionan, porque saben que en cuanto entras en la comunidad y logras apoyos de iguales, tu vida cambia. Ya no eres esa persona rarita, diferente que tiene que cambiar, no. Resulta que eres una persona más entre muchas, que han oído constantemente estos mismos mensajes, a veces sufriendo abusos y/o bullying, otras simplemente creyendo que cambiar era la solución, como si fuese algo posible renegar de lo que una persona es.
Queremos recordar al mundo que no estamos enfermos, ni necesitamos cura, la verdad es que un poquito de esa famosa empatía de la que siempre dicen que carecemos, un poco de comprensión y de paciencia para hacernos entender, puede suponer cambios enormes, tan enormes como que me sienta por primera vez en un espacio seguro.
2.- SOMOS AUTISTAS MÁS ALLÁ DE LA INFANCIA
Si, estamos aquí para recordar que crecemos, que nos hacemos mayores y no existen herramientas para ayudarnos en nuestro día a día cuando de repente cumplimos 18 años, es como si les dijeran a las familias, a partir de ahí, estáis solos. Queremos recordar que no hemos venido al mundo para permanecer siempre dependientes de nuestro entorno, sino que exigimos y demandamos a todos los niveles los apoyos necesarios para lograr ser personas de pleno derecho, conquistando nuestros sueños: ser independientes, tener un piso, un trabajo, una familia…¿Por qué pensáis que no estamos preparados para ir más allá? ¿Por qué nos limitáis nuestras opciones? Nuevamente, se debe a esa falta de esfuerzo por intentar convertir nuestra sociedad en algo así como una sociedad 3.0. Necesitamos que la educación especial no limite el acceso a FPs o a titulaciones universitarias en España, que las enseñanzas regladas, sean o no obligatorias, tengan los apoyos necesarios para cualquier persona, que el Estado y los organismos públicos promuevan el acceso de mercado de trabajo de calidad, no a aquel que reducen sus salarios solo por tener reconocida una condición. Podemos ser grandes útiles sociales, podemos ser grandes científicos, abogados, empresarios, médicos…podemos ser lo que nos propongamos si las barreras sociales existentes se eliminan, sin que esa eliminación haya de depender de la capacidad económica de una familia.
3.- EL SESGO DE GÉNERO EN EL DIAGNÓSTICO Y LA PRECARIA SALUD MENTAL
Aún hoy, hay una gran parte de nuestra comunidad silenciada. Hay seguro muchas mujeres que por los estándares de la sociedad no han sido diagnósticadas. Se tiene la falsa creencia de que el autismo es cosa de hombres, o de mujeres que están, o bien muy afectadas, o bien masculinizadas. Sin embargo, la realidad es muy distinta. El problema es que los criterios para que alguien te confirme que eres autista, están sesgados, están pensados para niños, y no se extrapola más allá. No se intenta ver esas diferencias y encontrar esas características únicas sin tener que asociarla a roles de género.
Desde aquí, a los profesionales e instituciones presentes, nos gustaría hacer un llamamiento para llevar a cabo un estudio serio y fiable de esos criterios que determinan el diagnóstico. Que se eliminen las barreras para acceder al mismo porque tengamos que depender de si nos encontramos con un especialista en autismo, o no. La salud mental española nos debe hacerse un autoanálisis y recordarse porque siempre la primera opción ha de ser la medicación y no plantearse qué le sucede realmente al paciente, facilitando y aumentando los equipos de psicólogos que trabajan en la sanidad pública y apostando por una mejor formación. No pueden seguir recurriendo a técnicas como las contenciones físicas sin justificación cuando un paciente acude a urgencias porque no saben bien ni siquiera qué es un colapso. El sistema público no puede obviar que existen personas adultas que aún esperan ayuda de un sistema sanitario deficiente, que no solo les niega el hecho de quizá empezar a afrontar sus dificultades diarias, sino que además, les niegan una identidad. Porque seamos claros, una persona se autoidentifica autista, pero hasta que no lo pone un papel, jamás cuenta con la empatía o la ayuda de la burocracia y el contexto social que la rodea. Incluso a veces, es el propio contexto el que discrimina y de donde provienen las situaciones más desesperanzadoras.
Si a algo tenemos derecho las personas es saber quiénes somos y la propia sociedad, desde todos sus sectores (incluyendo a muchas de las asociaciones que hoy estarán presentes y seguramente no cuenten con miembros en sus órganos decisorios que sean autistas, los médicos que creen que no precisan conocer cómo es su paciente diferente o los psicólogos que aún creen en madres nevera) debe hacer una autocrítica y actuar responsablemente, debe ser consciente de que estamos aquí dispuestos a ofrecer lo que mejor se nos da como aporte social, como vía propia para construir un mundo mejor.
Hoy, no solo reivindicamos que merecemos una escucha unida de todas las personas que somos diferentes, no. Hoy reivindicamos la necesidad imperiosa de que desde las instituciones dejen de ser cómplices pasivos de todas estas situaciones. Porque el problema no es mio, yo estoy sana. El problema es de quiénes pretenden decidir, incluso antes de que nazca, que alguien como yo no debería existir simplemente porque soy diferente, y a veces nos lo recuerdan en la infancia o en la vida adulta. Por eso hoy estamos aquí, por eso un día como hoy tiene sentido afirmar que, a pesar de los esfuerzos negativos y de la pasividad de la sociedad, puedo sentirme felizmente orgullosa de ser autista.
@Neurodivergent2