Los niños con autismo en Andalucía también se está viendo sometidos a la falta de atención que merecen, como ya se denunció ocurría también en Madrid (ver noticia).
La Plataforma andaluza de Atención Temprana, constituida por terapeutas y familias de niños con síndrome de Down, autismo, síndrome de Asperger, parálisis cerebral y otros trastornos, ha denunciado en el Parlamento andaluz las listas de espera que tienen que soportar los menores para poder ser atendidos por culpa de los recortes de la Junta de Andalucía.
Según los cálculos de este colectivo, en toda Andalucía hay más de 2.300 menores en lista de espera para poder ser atendidos en los Centros de Atención Infantil Temprana (CAIT), que se nutren de los fondos que aporta la Junta para poder tratar a los niños.
Según denuncia la noticia del periódico “El Mundo”, las esperas en Andalucía varían entre siete u ocho meses y un año, una situación calificada por el colectivo de «muy grave» pues cuanto antes reciban la terapia, más posibilidades de ganar en autonomía y de que los pequeños con trastornos puedan desarrollar todo su potencial.
En Andalucía de acuerdo con datos de la Plataforma, hay actualmente unos 27.000 niños atendidos, y se cree que puede haber unos 40.000 menores que necesitan atención temprana.
Además, existe también una deuda de dos millones de euros que mantiene la Junta con los Centros de Atención Infantil Temprana, lo que repercute en una situación de precariedad en la que se encuentra la atención temprana en Andalucía.
Al igual que en Madrid, donde el gobierno regional asegura que está trabajando para resolver este escenario, la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía comenta haber creado un grupo de trabajo y estar dialogando con entidades y profesionales para elaborar un Plan de Atención Temprana donde se recoja el modelo de asistencia a los menores con trastornos de desarrollo.
Pero la realidad es que mientras los gobiernos de las diferentes regiones aseguran que están trabajando para paliar la situación, la inversión necesaria para revertir este problema no llega y las listas de espera siguen sin desaparecer y lo que es peor, en algunos casos ampliándose cada vez más.
Más información (El mundo)