
Tras el informe sobre la situación en las aulas en el curso 2015/2016, el periódico “El País”, en su número del día 2 de noviembre de 2015 publica el artículo “La lucha por el cinco”.
En este artículo, José Miguel Sánchez, Presidente de Surestea, Marina Prieto, presidenta de ProTGD, madres con niños diagnosticados con TEA, psicólogas especializadas en la atención a niños con autismo, etc., exponen la situación real que se vive en la Comunidad de Madrid.
Los niños se ven afectados por la masificación de las aulas TGD, y la ausencias de apoyos externos desde la administración a las familias a partir de los 6 años (hasta esa edad deberían recibir terapias en centros de Atención Temprana) hacen buscar a los padres, dentro de sus posibilidades, las terapias que ayuden a sus hijos, pero como complemento al necesario apoyo que deben recibir en su educación. Como bien indica en el reportaje Yolanda Sotillo: “Intento darle los apoyos necesarios para que luego pueda avanzar con sus compañeros e incluirlo en una educación normalizada. Pero nada de lo que hagamos puede sustituir la labor del colegio”
José Miguel Sanchez manifiesta: “No pedimos privilegios, reclamamos el derecho de nuestros hijos a tener una educación de calidad” y Marina Prieta afirma que “quitarles horas de atención significa abandonarlos», y como señala Menchu Gallego, madre de un niño de 8 años, “La falta de recursos y apoyo condiciona su futuro. No es que aprendan a sumar antes o después, es que quedan excluidos, marginados. No son niños de segunda. Tienen derechos. Ellos pueden aprender y quieren hacerlo, solo tienen que dejarles”
Además, La Plataforma 5 por aula avisa de que la situación para estos niños con autismo se vuelve mucho más difícil en secundaria: los recursos son todavía más escasos.
Es importante seguir en esta lucha, para que en un futuro, la educación inclusiva no sea una utopía, o una frase hecha, sino una realidad, de acuerdo con la adhesión de España a las directrices marcadas por la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad.
Fuente: El País.